Agricultura ecológica: sostenibilidad y medioambiente

Agricultura ecológica: sostenibilidad y medioambiente

Agricultura ecológica, slow food, real food, ultraprocesados… son algunos de los términos que más se oyen últimamente cuando alguien habla de alimentación. Esto se debe a la concienciación que empieza a haber sobre la importancia de consumir alimentos sostenibles y naturales.

Hace tiempo os hablamos sobre las fincas rústicas sostenibles, hoy, os contamos todo lo que necesitáis saber sobre las fincas ecológicas, y la importancia de cultivar de forma ecológica y sostenible, cuidando así el medioambiente y permitiéndonos consumir alimentos mucho más sanos y naturales.

¿Qué es la agricultura ecológica?

La agricultura ecológica es un método de producción agrícola que se basa en el cultivo de alimentos a partir de elementos orgánicos, sin recurrir a productos químicos que pueden dañar el medioambiente.

Para poder considerar que se trata verdaderamente de agricultura ecológica, hay que reunir varias características básicas. Esto viene recogido en el Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos.

A continuación, os detallamos algunos de los requisitos más esenciales para producir cultivos ecológicos:

  • Los organismos modificados genéticamente (OMG), también conocidos como transgénicos, están prohibidos en todas sus formas.
  • Está prohibido el uso de radiaciones ionizantes. Este tipo de radiación se suele usar en la agricultura para determinar la eficacia de la absorción de abono por las plantas, determinar la humedad de un terreno y así optimizar los recursos hídricos necesarios, para el control de plagas y para prolongar el periodo de conservación de los alimentos mediante su irradiación con rayos gamma.
  • Las prácticas de labranza y cultivo deberán mantener o incrementar la materia orgánica del suelo, reforzar la estabilidad y la biodiversidad edáficas, y prevenir la compactación y la erosión del suelo.
  • La prevención de daños por plagas y/o malas hierbas debe basarse en métodos naturales. Esto incluye la elección de enemigos naturales, la elección de especies, variedades y materiales heterogéneos, rotación de los cultivos, y otras técnicas de cultivo como la biofumigación, procesos térmicos o métodos físicos y mecánicos.

Aún así, se permite usar un cierto número de productos fitofarmacéuticos autorizados por la Comisión

  • Las semillas y los materiales de reproducción vegetativa deberán producirse ecológicamente.
  • Los productos de limpieza deberán ser aprobados por la Comisión.

En caso de que se quisiera hacer coexistir una producción ecológica con otra no ecológica, se deberá mantener una separación entre terrenos y animales.

Tipos de cultivos ecológicos

Como hemos visto, la agricultura ecológica se basa en cultivos producidos de forma orgánica, sin recurrir a elementos químicos dañinos para el medioambiente. Pero ¿Hay más de una manera de cultivar de forma ecológica? Hoy, os proponemos cuatro clases de producción agrícola ecológica:

  • Agricultura Natural o Fukuoka: Este tipo de cultivo, se basa en reproducir las condiciones naturales de la forma más fiel posible. Sus principios básicos son no arar, no usar fertilizantes ni abonos químicos, no quitar las malas hierbas ni usar herbicidas, no podar y no usar pesticidas.
  • Agricultura biodinámica: Este método de cultivo se basa en el Cosmos (la luna, las estrellas y los planetas) y su influencia sobre los seres vivos y en especial sobre las plantas. En este método entran en juego nuevas técnicas para la preparación de abonos orgánicos, la integración de agricultura y ganadería, el reciclaje de nutrientes y la conservación del suelo entre muchas otras.
  • Permacultura: Se trata de un modelo agrícola, económico y social basado en el diseño de una finca que ayude al ahorro de energía y trabajo para ser el máximo de autosuficiente. El objetivo es conseguir integrar el terreno con el entrono y el clima, cultivando las especies adecuadas para cada propuesta.
  • Agricultura sinérgica: El principio fundamental de este tipo de agricultura es que la tierra permite que las plantas crezcan, y son éstas las que hacen que el suelo sea fértil. Esto es posible gracias a los residuos orgánicos que dejan las mismas plantas y a los diversos microorganismos.

Ventajas de la agricultura ecológica

La agricultura ecológica tiene muchísimos beneficios. Hoy os comentamos algunas ventajas que tiene para nosotros y para el medio ambiente.

  • Fertilidad de los suelos: La tierra orgánica abonada tiene 10 veces más bacterias útiles (que ofrecen una mayor diversidad) que la tierra tratada con químicos.
  • Biodiversidad: Una biodiversidad elevada favorece la resistencia a plagas, a las condiciones climatológicas adversas y a las enfermedades de los campos.
  • Conservación del agua: La agricultura ecológica requiere una menor irrigación, por lo que ahorra mucha agua.
  • Combate el cambio climático: Si se aplica bien, este sistema contribuye a reducir las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2), Metano (CH4) y Óxido Nitroso (N2O). Además, la rotación de cultivos ayuda a prevenir las pérdidas de nitrógeno a la atmósfera y genera un incremento de la biomasa radicular.
  • Menor exposición a pesticidas y productos químicos: Estos productos pueden contaminar los suelos, los suministros de agua y el aire, además de poder llegar a ser nocivos para nuestro organismo y otros animales.

¿Qué certificaciones necesita una finca ecológica?

El control y certificación de los productos orgánicos y ecológicos son la garantía para el consumidor del cumplimiento de los requisitos establecidos en la normativa europea de producción ecológica.

En España, la certificación es competencia de las Comunidades Autónomas, que pueden elegir entre certificación pública o privada. Cabe destacar que solo 2 CCAA han optado por la certificación privada, Andalucía y Castilla la Mancha.

Para conseguir la certificación, habrá que pasar por inspecciones y auditorias llevadas a cabo por los organismos de control, sean públicos o privados. A continuación, detallamos una lista con 3 de las entidades certificadoras más importantes:

  • EU Organic Bio Logo (Unión Europea): Los controles se hacen por lo menos una vez al año en cada etapa de la cadena orgánica.
  • Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE): Certifica que los productos vegetales ecológicos sean productos cultivados sin abonos ni pesticidas de síntesis química (fungicidas, insecticidas o herbicidas)
  • Ecolabel (Unión Europea): Certificación ecológica que se concede a productos y servicios con bajo impacto ambiental en toda su producción.

Inspecciones para fincas ecológicas

Como os hemos contado, para poder certificarse, hay que someter la producción agrícola a inspecciones periódicas para constatar el cumplimiento de los requisitos normativos. Aunque ya hemos dicho que hay muchas entidades certificadoras, os explicamos cómo suele ser una inspección para conseguir nuestra certificación y sello ecológico.

El inspector evaluará la documentación de la que se disponga, la forma de actuar de los agricultores, sus testimonios y por su puesto la parcela a partir de la observación directa.

Estas observaciones se cotejarán posteriormente con los registros, para asegurar que se correspondan con la realidad de la explotación agrícola en cuestión. Esto puede hacerse mandando muestras a laboratorios autorizados, y puede hacerse sin previo aviso. Cabe destacar que este recurso suele llevarse a cabo solo cuando se cuenta con sospechas fundadas del uso de sustancias químicas prohibidas.

 

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