¿Cómo tributar una finca rústica heredada?
Si eres propietario de una finca rústica por herencia, es posible que desconozcas muchas de las cuestiones que se van a comentar en este artículo. Así, queremos ayudarte y explicarte qué impuestos tendrás que pagar, cuáles son los beneficios de contar con un terreno de estas características y cómo tributar una finca rústica.
Si heredas este tipo de terreno, la gestión no es nada difícil, pero es importante conocerla para llevarla a cabo adecuadamente. Esperamos que el artículo te resulte útil y que puedas sacar el máximo partido a tu propiedad.
Impuestos de una finca rústica
Cuando te conviertes en propietario de una finca rústica, deberás tener en cuenta que cada año hay que abonar al Ayuntamiento un importe determinado: el IBI. Este Impuesto de Bienes e Inmuebles será el único que tienes obligación de pagar como propietario. Se encarga de la gestión del terreno, y eso hace que estés exento de otros impuestos como el IRPF o IVA.
No obstante, en caso de que tu finca también esté alquilada o arrendada, hay otras cuestiones para tener en cuenta. De este modo, es importante que des de alta el epígrafe de arrendamiento y abones los importes correspondientes de IVA y de IRPF. Al considerarse una actividad económica, estos impuestos no se consideran nulos. En caso de que decidas no darte de alta, tendrás que declarar el importe recibido cuando declares anualmente el IRPF. Por tanto, estas son las dos formas válidas de afrontar la cuestión de impuestos sobre una finca rústica en alquiler.
Los beneficios de heredar un terreno
Cuando heredas un terreno o una finca rústica, quizá no te haga excesiva ilusión, ya que es una parcela en la que no está permitido construir. Sin embargo, aunque no hayas pensado previamente cómo sacar partido a este lugar, vamos a darte algunas ideas.
Las fincas rústicas tienen otros beneficios, como es el hecho de encontrarse en un paisaje conservado y natural, que resulta perfecto para llevar a cabo actividades agrícolas, ganaderas, forestales o de caza. Si vives alejado del lugar o no tienes experiencia en estas cuestiones, lo más frecuente es optar por darle un uso agrícola. Así, puedes plantar un huerto para tu propio beneficio o simplemente algunos árboles que dejar crecer. Estos, en un futuro, pueden aportarte un rendimiento económico importante.
En este sentido, si estás buscando obtener rentabilidad de la finca, lo mejor es que te fijes en el clima y en el tipo de plantaciones de la zona. Así, quizá puedes conseguir una distinción sobre frutos que te aporten mayor valor. Por otro lado, si tu objetivo no es cuidar de ese terreno, puedes arrendarlo y así obtener un beneficio mensual sobre el.
En resumen, la idea es que lo gestiones inicialmente (invirtiendo más o menos tiempo) y que así puedas obtener importantes beneficios en un futuro. Es cierto que en algunas ocasiones las cosechas son poco beneficiosas debido a las inclemencias del clima, pero optando por frutos de mayor valor en el mercado, la rentabilidad de algún año podrá superar las pérdidas que se produzcan en otros momentos.
Por eso, te animamos a apostar por explotaciones ganaderas o agrícolas de alto valor añadido (madera de roble, frutas exóticas, etc.). Esto te ayudará a sobreponerte de los gastos iniciales que tienen las fincas y a obtener un beneficio en forma de ingresos extra a final de año.
Beneficios de tributar una finca heredada
Como has visto, en la mayoría de los casos en que se le saca partido a una finca rústica, solo hay que pagar un impuesto: el IBI. Por esto, es bastante ventajoso mantener esta explotación en términos legales, ya que no es excesivamente caro y se evitan problemas con la ley.
Además, cuando se hereda dicha finca o cualquier otro bien, es necesario pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Esto hace que los herederos queden exentos del pago del IRPF ese mismo año. Aún así, deberán hacerlo en nombre del difunto y, si la renta sale a devolver, podrán recibir el importe indicado por Hacienda. Sin embargo, esto no va en nombre de la persona que recibe la herencia, sino del difunto.
Por otro lado, otra de las ventajas más importantes a considerar es que losterrenos rústicos están exentos de la plusvalía. Es decir, en ellos no se plantea la revalorización de los terrenos. Por tanto, no tendrás que pagar este impuesto que sí tiene lugar en edificios inmuebles de la ciudad.
Cómo tributar una finca rústica heredada
Cuando se va procede a la tributación de una finca rústica heredada en Hacienda, hay que tener en cuenta cuestiones como las que ya hemos comentado. Así, es importante tener en cuenta que hay que pagar el Impuesto de Donaciones y Sucesiones, y es necesario realizar la declaración de la renta en nombre del fallecido.
Ahora bien, a partir del primer año, es imprescindible aportar como impuesto el IBI. En caso de que se esté utilizando dicha finca en alquiler, también elIVA y el IRPF. Por eso, es importante que hagas bien los números y llegues a algún acuerdo con posibles arrendadores acerca de cómo gestionar el alquiler del terreno. Es posible que durante el primer año te interese más gestionarlo tú mismo para más adelante empezar a alquilarlo. Por ejemplo, si inviertes los primeros meses en arreglarlo y plantar algún fruto, esa finca adquirirá un valor mayor y podrás alquilarla por un importe superior. Esto, a su vez, hace que los impuestos que estás obligado a pagar por el alquiler sean menores que los ingresos.
Conclusión
En definitiva, si además de saber todo esto cuentas con una empresa especializada en la gestión de fincas rústicas, como es el caso de Crops Capital, no tendrás que ocuparte más de las cuestiones específicas sobre la gestión.
Esto sin duda te ayudará a obtener el máximo beneficio de tus propiedades, sin tener que preocuparte por cómo tributar una finca rústica. Para cualquier cuestión adicional, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para que podamos ayudarte a resolverla.