Hoy queremos mostraros unos conceptos básicos en el ámbito de las fincas rústicas que nos ayudarán a resolver muchos de nuestros problemas.

Muchas veces, cuando queremos realizar un cambio en nuestra finca, no sabemos muy bien qué tipo de acción hemos de llevar a cabo. Con la explicación de estos cuatro conceptos básicos nos será mucho más fácil saber cuál es la mejor opción.

Diferencia entre agrupación y agregación

Hay dos formas de unir fincas: agrupando o agregando. La diferencia entre ambas reside en la superficie de la finca en cuestión.

Para agrupar, la finca más pequeña debe ser mayor que la quinta parte de la superficie de la finca resultante. Si fuera menos, tendríamos que recurrir a la agregación. Entendemos por agregación al proceso de añadir una fracción anteriormente segregada de otra finca a otra distinta ya inscrita.

La decisión de agregar o agrupar también suele depender de si nos interesa sustituir las referencias catastrales de las fincas originales por una nueva y única. Tener una finca agrupada puede resultar positivo a la hora de llevar a cabo acciones de compraventa y también por motivos de administración y fiscalidad.

Si nos decidimos por la opción de agrupar, las fincas pueden ser colindantes (comparten linderos) o no colindantes. En el caso de estas últimas, deben tener una característica común (el mismo fin). Cabe destacar que para agrupar varias fincas no colindantes es obligatorio explicar el motivo que lo justifica.

El proceso de agrupación de fincas es muy común, y viene dado por diferentes causas.

Una de las causas principales es el motivo patrimonial. Si se da la situación de obtener una finca que colinde con otra en propiedad, si se tiene en cuenta la fiscalidad no es lo mismo pagar impuestos por dos fincas que por una sola, por lo que este motivo puede parecer obvio a la hora de agrupar una finca con otra en propiedad. También puede darse el caso de recibir varias fincas no colindantes por herencia pero que tengan una finalidad de explotación común, en este caso también es muy frecuente agruparlas para unificar su gestión.

Otro motivo es el referente a las bonificaciones. La unión de fincas rústicas está favorecida por la Administración, que bonifica la integración de fincas en un linde, para incentivar la creación de fincas de mayor tamaño.

Diferencia entre segregación y división

Para poder tener clara la diferencia, necesitamos tener claro el concepto de segregar y dividir.

Segregación: la segregación de una finca rústica consiste en separar una parte de la finca matriz pasando ésta a ser una nueva finca registral.

División: la división se produce cuando una finca registral se fragmenta en varias fincas de menor tamaño.

Para poder llevar a cabo una división se debe atender a la legislación municipal, ya que existen unidades mínimas de cultivo que limitan esa división.

En el caso de la segregación, para escriturarla hay que reseñar el linde de la finca matriz por donde se efectúa la segregación. Una vez descrita la finca segregada, es preciso también describir la situación en la que queda la finca matriz, que pasa a llamarse finca resto.

Es imprescindible contar con profesionales en el ámbito de las fincas rústicas

Para poder realizar una buena gestión de nuestra finca rústica es imprescindible que contemos con profesionales especializados en el ámbito de las fincas rústicas. Así, cuando nos surja algún problema, ponernos en manos de profesionales nos ayudará a solucionar todas nuestras dudas.

Nuestro método

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Mostrar el valor de una finca no siempre es fácil, en muchos casos habrá que recurrir a un plan de mejoras personalizado para conseguir maximizar el valor de la finca y convertirla en una auténtica finca singular. Para ello, el uso de las últimas tecnologías es básico, ya que solo a partir de un profundo conocimiento, se podrá construir un futuro a largo plazo para cualquier propiedad rústica.

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